Pero tú, la más hermosa de todas, quieres seguir jugando y dando saltos con tus delicadas zapatillas de ballet, y te encanta escuchar el cantar de esos animalitos de ojos saltones, que junto con el chipi chipi de la lluvia, hacen un sonido hermoso. Así que te acercas a uno de ellos que se atemoriza, pues sabe que a las princesas no les agradan los sapos, y le explicas que te gusta su canto y quieres jugar con ellos, al ver tus buenas intenciones, salen uno a uno sapos y ranas, cantando y brincando, formando una gran rueda y un sonoro canto, croac, croac, se escucha sin cesar. Croac por aquí y croac por allá. Y te sientes tan feliz de estar con ellos y ríes tanto, que poco a poco las demás princesitas se van acercando pues quieren divertirse también.
Felicidades muy bonita historia.