El planear un viaje siempre implica tiempo y mucha organización, es por ello que después de varios meses llegó la fecha para disfrutar de una aventura invernal en Vancouver, ciudad que se encuentra al suroeste de la provincia de Columbia Británica en Canadá.
Un destino altamente recomendado para las familias, rodeado de una sorprendente naturaleza la cual se puede admirar todos los días del año y lo mejor de todo disfrutar de la calidez y hospitalidad de su gente, ya que es una ciudad que aprecia el turismo y se consolida como uno de los favoritos de los viajeros de todo el mundo.
Nosotros llegamos en tren desde, Seattle, Washington, lo cual nos permitió vivir una experiencia aún más enriquecedora, ya que pudimos pasar de un país a otro, admirando sus paisajes y teniendo así una grata bienvenida a Vancouver.
Al arribar a la ciudad y haciendo uso del metro, nos dirigimos hacia nuestro hotel para dar inicio con nuestra aventura invernal, lo cual fue muy sencillo, ya que el servicio público está muy bien organizado y cualquier visitante, se siente como en casa, desde el primer momento en que llegas.
Poco equipaje, con ropa térmica y unas buenas botas para caminar, fueron nuestros indispensables en este viaje, el cual realizamos durante seis días y cinco noches. Lo cual nos permitió dividir las actividades a realizar, tomando en cuenta la celebración del fin de año.
El hotel que se convirtió en nuestra casa, durante esos días fue el Sheraton Vancouver Wall Centre, el cual está muy bien ubicado para caminar hacia el centro, tomar el metro y admirar la sensacional vista desde su imponente torre.
Vancouver paso a paso
- Con el fin de familiarizarnos con la ciudad, optamos por caminar y en la primera tarde nos dimos una vuelta en la popular explanada de Canada Place, un gran pabellón multiusos, donde se llevan a cabo ferias, exhibiciones y eventos en el Centro de Conferencias y Exposiciones de Vancouver , además de ser al puerto de destino de los barcos que llegan a Vancouver. Justo ahí se localiza la experiencia, Fly over Canada, un simulador de altura el cual de manera especial en invierno te lleva por un divertido viaje navideño. Es muy recomendado para toda la familia, pero debes de saber que es muy cotizado y debes tener una reservación previa para poder disfrutarlo.
- Al siguiente día nos esperaba una cita en la atracción más popular de Vancouver, nos referimos al puente, Capilano Suspension Bridge. Donde además de poder caminarlo, puedes vivir aventuras en las Copas de los Árboles y vislumbrar sus encantos naturales desde el Paso Volado de Capilano. El puente mide 450 pies (137m) de longitud y los 230 pies (70m) de altura, se fundó en el 1889, su impresionante localización y admirable naturaleza lo hacen un sitio privilegiado, en el cual pasaras varias horas y sin darte cuenta. Nosotros lo recorrimos bajo la lluvia y fue maravilloso el poder vivirlo así, ya que sus encantos brillan aun más con la lluvia y en inviernos cuentan con luces y ambientaciones especiales que forman parte del escenario, Canyon Lights. Cabe mencionar que el transporte para llegar al puente es gratis, así que solo tienes que comprar los boletos para acceder al parque. Este recorrido lo gozamos mucho, ya que nos permitió admirar la naturaleza a flor de piel, sin importar la lluvia.
- Esto tan sólo era el principio, al siguiente día super cargados de energía, a muy temprana hora decidimos tomar el autobús, Hop-On Hop Off, para recorrer el Stanley Park,vereda de 22 kilometros, el cual es la manera perfecta para contemplar algunos de los sitios más emblemáticos de Vancouver.Dichos sitios son perfectos para vivir la experiencia de conocer la historia de la ciudad y familiarizarse con su entorno natural, como lo es el recorrer el Totem PArk. También estuvimos de visita en el Acuario de Vancouver, donde pudimos conocer a los Pingüinos, nutrias y otras 50,000 criaturas marinas que albergan a este sitio favorito de los viajantes mas pequeño el cual distingue por ser el más grande de Canadá.
- Para cerrar con broche de oro, ese día llegamos al Granville Island Public Market, donde pudimos comer deliciosos platillos y de manera especial el visitar el mercado de los niños, el cual es el paraíso para nuestros hijos.
De regreso al hotel, tomamos un taxi maritimo de False Creek Ferries, el cual sale desde la isla y te permite admirar otros parques y edificios que albergan esta bella ciudad.
Nuestra aventura continuó a la mañana siguiente, al visitar el barrio chino y llegar al museo, Dr. Sun Yat-Sen Classical Chinese Garden, un sitio encantador y muy relajante que te permite admirar el legado cultural de esta comunidad.
Para finalizar esta primera parte de nuestro viaje, decidimos visitar el famoso mirador, Mirador de Vancouver en Harbour Centre, el cual brinda una espectacular vista de 360° sobre Metro Vancouver, las majestuosas montañas North Shore y hasta es posible posible ver la Isla Vancouver, en la costa del pacífico.
Esto no termina aquí, en una segunda entrega les contare nuestro encuentro con las montañas nevadas de Vancouver, así que estén pendientes de nuestra aventura De Paseo con Mamá.
Agradecemos al Departamento de Turismo de Vancouver, por las facilidades otorgadas para hace aun más placentera nuestra visita a este hermoso destino.